En un concurso internacional, el proyecto de la universidad fue uno de los seleccionados entre 17 postulaciones de 15 países, y ahora resta buscar financiamiento para construir el artefacto

Jean Paul Guzmán

Imagen producida que representa al nanosatélite de la U.C.B. en el espacio.

Parecería una cuestión de ciencia ficción, pero no lo es: la Universidad Católica Boliviana (U.C.B.) podría ser la primera universidad del país en diseñar, construir y lanzar un nanosatélite, ya que ganó el derecho a tener gratuitamente un lugar en un cohete que lleve el artefacto al espacio, misión que tiene un costo de más $us 150.000.

El logro fue obtenido por docentes y estudiantes de la Carrera de Mecatrónica, quienes elaboraron durante cuatro años el proyecto denominado Waskiri-Sat, también nombre del nanosatélite, y lo presentaron a un concurso organizado por la empresa alemana Exolaunch GmbH, donde fue seleccionado entre los ganadores.

Exolaunch GmbH es una empresa alemana proveedora de servicios de lanzamiento, administración de misiones y despliegue de sistemas de sistemas espaciales.En colaboración con la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (Unoosa) ofrece servicios gratuitos de lanzamientos de nanosatélites desde el 2018 a través de concursos mundiales altamente competitivos.

Componentes y diseño del Waskiri-Sat.

Según el director a.i. de la Carrera de Mecatrónica, Gabriel Rojas, el premio implica que  el nanosatélite Waskiri-Sat contará con el respaldo logístico y técnico para ser lanzado gratuitamente al espacio desde una plataforma internacional de primer nivel.

“Los nanosatélites, satélites muy pequeños y livianos, son lo nuevo en comunicación espacial y han sido diseñados para diferentes actividades como observar nuestro planeta, la luna y otros cuerpos celestes, así como en reparaciones de los satélites comunes. Además, ya algunos nanosatélites monitorean incendios, inundaciones, oleoductos, pozos petroleros, campos agrícolas, glaciares, la detección de rayos, la medición de la vegetación y la humedad del suelo”, explica Rojas.

En el caso del Waskiri-Sat, bautizado así por el significado del vocablo aimara waskiri, es decir  estudioso, tendría las condiciones para observar desastres naturales en Bolivia, aplicar inteligencia artificial para procesar imágenes desde el espacio, validar un sistema de control diseñado íntegramente en Bolivia e impulsar la participación de jóvenes, especialmente mujeres, en ciencia y tecnología.

El mérito es significativo. El director a.i. de la Carrera de Mecatrónica dice al respecto: “Marca un hito histórico en la investigación espacial boliviana, ya que nos posiciona como pioneros en la construcción y puesta en órbita del primer nanosatélite boliviano desarrollado por talento local. Además, valida el trabajo científico y técnico de nuestros estudiantes, docentes e instituciones aliadas, demostrando que Bolivia puede participar activamente en la exploración espacial con proyectos de alto impacto, proyectos debidamente evaluados por instituciones y profesionales internacionales expertos del área”.

Obtenido el premio y el derecho a tener un espacio en un cohete espacial, resta ahora enfrentar el siguiente reto: conseguir el financiamiento para construir el nanosatélite, que tiene un costo que oscila entre $us150.000 y $us 200.000 dólares, los que podrían gestionarse a través de alianzas estratégicas de la U.C.B. con financiadores y entidades especializadas.

El director a.i. de la Carrera de Mecatrónica, Gabriel Rojas.

¿Se trata de un sueño? No. “Decir que la U.C.B. podría tener un satélite en el espacio no es una meta exagerada, es una meta concreta y alcanzable”, afirma Rojas con convicción.

En la siguiente entrevista proporciona detalles de este proyecto.

PREGUNTA (P): ¿Qué debemos entender por nanosatélite?

RESPUESTA (R): Un nanosatélite se define generalmente como un satélite cuya masa está entre 1 y 10 kilogramos. En el caso específico de los CubeSat 1U estos tienen una forma cúbica con dimensiones estándar de 10 × 10 × 10 cm. Sin embargo, ya existen prototipos incluso más pequeños, con masas inferiores a 1 kg. Gracias a los avances en microelectrónica y tecnología moderna, ha sido posible fabricar estos satélites a bajo costo y en grandes cantidades. Cabe destacar que, además de Venezuela, Bolivia es el único país en Sudamérica que aún no cuenta con un nanosatélite propio.

(P): ¿Cómo se presentó el proyecto de Mecatrónica de la U.C.B.?

(R): El equipo presentado por la U.C.B. “San Pablo”, presentó su propuesta de una misión satelital en el mes de diciembre del 2024 y fue enviada vía correo a dependencias de la Unoosa. Esta propuesta es un documento oficial de 134 páginas que contiene los objetivos de la misión, las especificaciones técnicas del nanosatélite propuesto, un cronograma de actividades que detallan la construcción del artefacto, bibliografía con artículos científicos indexados propios del nanosatélite boliviano, entre otros.

(P): ¿Qué impulsó a la Carrera de Ingeniería Mecatrónica a participar en el programa?

(R): Desde el 2019 a través de profesores se buscó motivar a los estudiantes en los temas espaciales, los mismos desarrollaron una independencia e interés en el ámbito de investigación y a partir del 2021 se consolidaron grupos de investigación desde Centro de Investigación Desarrollo e Innovación en Ingeniería Mecatrónica (Cidimec) para luego formar comunidades con participación nacional como la Fundación de Investigación Aeroespacial en Bolivia (FIAB). Todo el equipo, unido por un mismo objetivo el cual es utilizar los beneficios que nos brinda la tecnología espacial, realizó aportes desde ingeniería, logística, difusión, talleres, seminarios, charlas, etc., para atraer a personas con la ambición de colocar nuestro primer nanosatélite boliviano en órbita

(P): ¿En qué se diferencia el Waskiri-Sat del satélite Tupac Katari?

(R): A diferencia del satélite Túpac Katari, el primer satélite boliviano que fue comprado a China como parte de un acuerdo comercial, con participación técnica parcial de profesionales bolivianos durante su desarrollo, Waskiri-Sat representa un nuevo hito, ya que será completamente diseñado, construido, probado y operado por estudiantesprofesionales bolivianos.

(P): ¿Cuál será el costo de construir el nanosatélite y cómo se espera obtener estos fondos?

(R): El costo estimado para la construcción del nanosatélite, incluyendo componentes, diseño, pruebas, integración y logística técnica, se encuentra entre 150.000 y 200.000 dólares estadounidenses, dependiendo de las características finales de la carga útil y los sistemas de comunicación y energía como también la creación e implementación de Centro de Comunicaciones (Estación Central) en instalaciones de la universidad. Para cubrir estos fondos, buscamos gestionar alianzas estratégicas con entidades nacionales e internacionales, incluyendo la Agencia Boliviana Espacial (ABE), organizaciones de cooperación (como JICA y Swisscontact), empresas tecnológicas (como ENTEL) y fondos universitarios. Además, buscamos sumar apoyo del sector público y privado, resaltando el valor del proyecto no solo como una hazaña tecnológica, sino como un símbolo de progreso científico y soberanía tecnológica para Bolivia.

(P): Usted decía que el logro posiciona a nuestra universidad como referente en el desarrollo aeroespacial del país e internacional. ¿Cuán cierto es ello? ¿Si todo sale como se busca, la U.C.B. podría tener un satélite en el espacio o es una meta exagerada?

(R): Es completamente cierto. Este logro no es simbólico: es técnico, verificable y reconocido a nivel internacional por comités científicos con amplia experiencia en proyectos aeroespaciales. Haber ganado una convocatoria como Exolaunch 2025, compitiendo con equipos de todo el mundo, posiciona a la U.C.B. “San Pablo” como la primera institución boliviana en contar con un acceso confirmado a una misión de lanzamiento orbital, siendo de esta manera el primer satélite artificial de Bolivia, desarrollado e implementado en su totalidad por bolivianos.

Decir que la U.C.B. podría tener un satélite en el espacio no es una meta exagerada, es una meta concreta y alcanzable. Ya superamos la etapa más difícil, el acceso al lanzamiento, que usualmente tiene un costo mayor a 150.000 dólares estadounidenses, y ahora estamos en proceso de búsqueda de financiamiento para la construcción, validación, y verificación del nanosatélite, en colaboración con estudiantes, investigadores y aliados estratégicos. Si todo avanza según lo planificado, sí, Bolivia tendrá un nanosatélite en órbita y habrá sido diseñado en una universidad nacional.

Este proyecto no solo refuerza el liderazgo de la UCB en el ámbito científico-tecnológico, sino que inspira a otras universidades y centros de investigación a soñar en grande. Estamos abriendo camino para que Bolivia deje de ser solo espectador en la carrera espacial y comience a ser protagonista.

P: ¿Quiénes formaron parte del proyecto, entre docentes y estudiantes?

R: En orden de aparición en la propuesta enviada del proyecto, estos son los miembros del equipo:

  • Franklin Josue Ticona Coaquira (Exestudiante de Ingeniería Mecatrónica)
  • Karen Wendy Vidaurre Torrez (Exestudiante de Ingeniería Mecatrónica)
  • Gabriel Antonio Rojas Silva (Director a.i. de Ingeniería Mecatrónica)
  • Fabio Richard Diaz Palacios (Docente tiempo horario de Ingeniería Mecatrónica)
  • Miguel Angel Silva Plata (Estudiante de Ingeniería Mecatrónica)
  • Christian Ricardo Conchari Cabrera (Exestudiante de Ingeniería Mecatrónica)
  • Franco Sebastían Torres Vidal (Exestudiante de Ingeniería Mecatrónica)
  • Mariel Gabriela Valeriano Ramos (Estudiante de Ingeniería Mecatrónica)
  • Marco Antonio Oblitas Villegas (Exestudiante de Ingeniería Mecatrónica)
  • Jazmin Jael Jimenez Huanca (Estudiante de Ingeniería Mecatrónica)
  • Guillermo Javier Auza Banegas (Estudiante de Ingeniería Mecatrónica)

Algunos integrantes del equipo que trabajó en el Waskiri-Sat.